La Neurofisioterapia es la disciplina que estudia los efectos que una lesión, daño o funcionamiento anómalo, en las estructuras del sistema nervioso, causa sobre la biomecánica de las personas.
Todo neurofisioterapeuta es fisioterapeuta, pero no todo fisioterapeuta es neurofisioterapeuta.
Este tipo de lesiones pueden estar provocados por una larga lista de enfermedades como son el Ictus, Traumatismo craneoencefálico(TCE), tumores cerebrales, lesiones de nervios periféricos, enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, Esclerosis Múltiple), enfermedades del desarrollo, etc.
La lesión de estos sistemas provoca en los pacientes las siguientes alteraciones:
- en la postura, alteraciones en la estática.
- en su modo de realizar transferencias y desplazarse, en la dinámica y la marcha.
- en la sensibilidad superficial y propiocepción.
- del tono (espasticidad, hipotonía).
- la fuerza muscular.
- dificultad para mantener el equilibrio.
- realizar determinados movimientos con precisión, coordinación.
Y muchas otras capacidades que pueden llegar a comprometer la vida del paciente, como su capacidad para respirar o realizar la deglución.
Además de todos los citados anteriormente, se podrían añadir trastornos de tipo cognitivo, conductual, psicológicos, sociales, ocupacionales, del lenguaje, etc.
Por tanto, el papel del neurofisioterapeuta, será la evaluación y tratamiento transdisciplinar de las alteraciones que se producen tras el daño neurológico en el adulto.

El neurofisioterapeuta se ocupará de recuperar las funciones cerebrales que han sido dañadas, estimulando al paciente para generar nuevas conexiones neuronales (neuroplasticidad) y ofrecerá herramientas y estrategias para que el paciente pueda moverse de la manera más eficaz posible aumentando su potencial funcional.
El fisioterapeuta que se dedica a atender los trastornos neurológicos debe especializarse en este campo de la neurociencia para conocer y comprender qué le ocurre al paciente, por qué actúa así y por qué su sistema nervioso ha elegido esa manera de funcionar.
El neurofisiterapeuta estudia los mecanismos que causan estas disfunciones, para que, en la práctica clínica, sepa cómo abordar al paciente y cómo, dónde y porqué está fallando cada circuito sin limitarnos a tratar síntomas.
El trabajo del neurofisioterapeuta, no es aislado, sino que debe ser parte de un equipo transdisciplinar, donde participan profesionales de otras disciplinas de la neurorrehabilitación como son la neuroterapia ocupacional, la neuropsicología, la neurologopedia…
El trabajo con pacientes neurológicos debe ser entendido siempre dentro de este marco transdisciplinar debido a la cantidad de sistemas y funciones cerebrales que pueden verse afectadas, sólo así podremos alcanzar el máximo nivel de funcionalidad y autonomía del paciente.
En resumen, el neurofisioterapeuta se encargará de rehabilitar las secuelas físicas tras un daño neurológico como pueden ser, entre otras muchas, volver a ponerse de pie, caminar, mover las partes del cuerpo afectadas, a recuperar la sensibilidad de estas zonas, etc. Todo ello a través de la herramienta más poderosa del fisioterapeuta, el movimiento.